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Discurso de la Ministra de RR.EE.
del Paraguay

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15 marzo 2004


15.03.2004

Señor Presidente e integrantes de la Mesa Directiva del Sexagésimo Periodo de Sesiones,
Señoras y Señores Representantes de los Estados Miembros y de los Estados Observadores,
Señor Alto Comisionado en funciones,
Señores representantes de organismos y agencias especializadas del Sistema de Naciones Unidas,
Señoras y Señores representantes de las organizaciones no gubernamentales,
Amigos todos,

En primer lugar, distinguido Embajador Michael Smith, permítame felicitarle por su elección como Presidente de este nuevo Periodo de Sesiones y augurarle los mayores éxitos durante su gestión. Al mismo tiempo, hago llegar esta felicitación a la Embajadora Najat Al-Hajjaji, quien de manera brillante dirigió los debates de esta Comisión a lo largo del periodo precedente.

En ese mismo orden, deseo agradecer al Alto Comisionado en funciones, distinguido señor Bertrand Ramcharan, por su invalorable contribución y gestión proactiva en defensa de los derechos humanos, y por dar continuidad de manera eficaz a los trabajos de la Oficina, tras la triste pérdida del querido Sergio Vieira de Mello.

Recientemente, el Señor Secretario General, Kofi Annan, nos ha dado la gran satisfacción de nominar a la distinguida Señora Louise Arbour como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Se trata de la segunda mujer en ocupar este importante cargo, y cuenta con una reconocida trayectoria e invalorable experiencia. Estamos confiados en el éxito de su gestión y le ofrecemos todo nuestro apoyo y cooperación.

Señor Presidente:

Así como el 11 de setiembre de 2001 ha calado hondo en nuestros corazones por los horrendos atentados terroristas ocurridos en los Estados Unidos, el 11 de marzo de 2004 también dejará sus huellas a raíz de los ataques terroristas en Madrid que, además de violar el derecho esencial a la vida, han atentado contra la libertad, la democracia y los derechos humanos en el mundo.

Condenamos enérgicamente estos hechos aberrantes y nos solidarizamos con el dolor de la querida España. Expresamos nuestro profundo pesar por la irreparable pérdida de centenares de personas inocentes, víctimas de esta barbarie que merece el más duro y ejemplar castigo de la ley.

El terrorismo también me ha privado de la oportunidad de conocer a un gran hombre, a una persona admirable y respetada por su compromiso con la causa de la paz y la promoción de los derechos humanos. Me refiero al ex Alto Comisionado Sergio Vieira de Mello, brutalmente asesinado en un ataque terrorista en Bagdad, el que constituye, sin lugar a dudas, el más duro golpe asestado contra las Naciones Unidas.

A pesar de todo, si de algo estamos convencidos es que si reivindicamos los principios fundacionales de nuestra Organización habremos de vencer este flagelo. Los terroristas no lograrán torcer el brazo de los pueblos que aman la libertad, la democracia, el Estado de Derecho y la justicia. Ellos cada día están más aislados porque el mundo entero los repudia y condena.

Señor Presidente:

Es el momento de apostar y consolidar el multilateralismo. Tenemos la convicción que, a través del mismo, podremos construir las bases de un mundo más equilibrado y justo, sostenido por alianzas estratégicas comprometidas con la fiel observancia del derecho internacional.

En este contexto, la Comisión de Derechos Humanos tiene la gran responsabilidad de orientar sus labores hacia decisiones constructivas e incluyentes que promuevan la convivencia armónica, el Estado de Derecho, el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Para un país como el Paraguay, el derecho al desarrollo de los pueblos constituye un pilar fundamental. En efecto, hemos afirmado anteriormente, y lo ratificamos hoy, que el proteccionismo y las distorsiones del comercio internacional vulneran este derecho. Por ello, hacemos un llamado a las naciones desarrolladas a que tengan en cuenta los efectos de ese tipo de políticas discriminatorias que configuran violaciones a los derechos económicos y sociales, y al propio derecho al desarrollo.

Por otra parte, compartimos la visión de quienes identifican a la cooperación internacional como una herramienta eficaz para la promoción y protección de los derechos humanos. Por ello, exhortamos a todos los Estados Miembros al diálogo y a la construcción de consensos destinados a la cooperación entre los países desarrollados y los países en desarrollo, con miras a la realización de los ideales y principios contenidos en la Carta de la Organización.

Señor Presidente, Señores Representantes:

Por segundo año consecutivo el Paraguay está presente en el Segmento de Alto Nivel de la Comisión de Derechos Humanos demostrando con ello la prioridad que representa para el Gobierno Nacional este importante foro de alcance universal.

Es indudable que la democracia ha llegado al Paraguay para convivir con su pueblo y hacer de ella, no sólo un sistema de gobierno, sino por sobre todo un modo de vida. Hoy estamos observando que la cultura de la democracia va reemplazando decididamente a aquella vieja cultura del autoritarismo que tanto daño ha causado a mi país.

Los ejes centrales en que se sustenta la actual administración del Paraguay presidida por el Doctor Nicanor Duarte Frutos, desde el pasado 15 de agosto, son la transparencia y eficiencia de la gestión pública, lo que significa un combate frontal a la corrupción.

El nuevo Paraguay prioriza también la recuperación de la confianza ciudadana hacia las instituciones democráticas, mediante el imperio de la ley y el respeto a los derechos y libertades fundamentales.

En el marco del Estado de Derecho estamos impulsando la reforma del Poder Judicial a fin de ofrecer a la ciudadanía una justicia confiable y eficiente. A finales de 2003 el Congreso de la Nación promovió el juicio político de varios ministros de la Corte Suprema de Justicia por mal desempeño en sus funciones y hechos de corrupción.

Con satisfacción señalo que este proceso de reforma ha posibilitado que por primera vez en la historia, las organizaciones de la sociedad civil tengan una activa participación en el proceso de selección de ternas de postulantes a Ministros de la Corte. En un hecho inédito los candidatos a jueces del máximo tribunal fueron objeto de escrutinio público promovido por organizaciones sociales, y los mismos tuvieron que presentar sus descargos en audiencias públicas llevadas a cabo en el Consejo de la Magistratura y en el Senado, antes de la elección definitiva.

En un país eminentemente joven como el Paraguay, el Gobierno actual asigna una gran relevancia a los programas destinados al mejoramiento de la educación. Para el periodo 2004-2008 la meta es la universalización de la educación inicial y escolar básica. El propósito es mejorar el capital humano para lo cual se está impulsando con fuerza una revolución educativa.

En materia de salud se están orientando acciones hacia la descentralización y ampliación de la cobertura sanitaria, y hacia la ejecución de políticas sectoriales dirigidas, entre otras, a la prevención de la mortalidad materno-infantil.

Señor Presidente:

En el Paraguay, que vivió durante 35 años una de las dictaduras más férreas de América Latina, podrán todos comprender la importancia que revisten las tareas encaminadas a recuperar la memoria, y cerrar las heridas del pasado. Ello explica por qué el año 2003 fue declarado “Año de la memoria histórica”, lo cual constituye un hito en la historia de los derechos humanos en mi país.

Más aún, en octubre de 2003 se sancionó y promulgó la Ley que “Crea la Comisión de Verdad y Justicia”, órgano autónomo que tendrá a su cargo la investigación y esclarecimiento de las violaciones de derechos humanos cometidas durante aquella trágica dictadura.

La memoria histórica es necesaria e imborrable, por ello debemos conocerla y reflexionar sobre lo que sucedió en nuestro país para asumir con mayor certeza nuestro futuro, pues como lo señala el Señor Presidente de Chile, Don Ricardo Lagos: “no hay mañana sin ayer”. La Comisión de Verdad y Justicia tiene en esta frase la justificación de su existencia.

En efecto, como su nombre lo indica, la Comisión de Verdad buscará desentrañar la realidad de tantas familias paraguayas que han sufrido en carne propia la desaparición de algún ser querido. Tendrá la gran responsabilidad de revisar con objetividad e imparcialidad los hechos del pasado, para que las generaciones presentes y futuras conozcan la verdad, y logremos que semejantes atrocidades y graves violaciones de los derechos humanos no se repitan nunca más en el Paraguay. Esta Comisión será la encargada de recuperar la verdad y de escribir la única historia oficial.

Como Comisión que busca la Justicia no perseguirá la revancha, ni promoverá el odio, el resentimiento, o las divisiones. Reconciliados con nuestro pasado, seremos capaces de mirar hacia el futuro para construir una nación donde nunca más vuelva a ocurrir lo que durante treinta y cinco años sucedió, donde jamás los paraguayos nos veamos unos a otros como enemigos y donde las diferencias sean parte de la normalidad democrática y no trincheras enfrentadas. Sólo así aquellos compatriotas muertos no habrán muerto en vano y el sacrificio de sus vidas hoy es la semilla que ya está dando nacimiento a un país que vive en paz, con justicia y en libertad.

Señor Presidente:

Quizás la prueba más fehaciente de la apertura de mi país, y de la confianza de este en la comunidad internacional, es el hecho de haber invitado en forma abierta y permanente a todos los órganos de supervisión de las Naciones Unidas a que visiten el Paraguay cuando ellos lo deseen o consideren necesario u oportuno.

Más allá de las palabras, hoy tengo la satisfacción de comunicar que en el marco de la “invitación abierta” se concretó la primera visita de un Relator Especial acompañado de funcionarios de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas.

Se trata del Señor Relator sobre Venta de Niños, Prostitución Infantil y Utilización de Niños en Pornografía, Juan Miguel Petit, quien visitó el Paraguay del 23 de febrero al 5 de marzo pasados, a fin de recabar información sobre las acciones desarrolladas desde el gobierno y desde la sociedad civil para responder a estas graves violaciones de los derechos de la niñez.

Es oportuno señalar que el Paraguay ha registrado significativos avances en materia de derechos del niño. Hoy contamos con un Código de la Niñez y la Adolescencia ajustado a la normativa internacional. Asimismo, hemos ratificado los dos protocolos facultativos de la Convención y el Convenio 138 de la OIT sobre la edad mínima para el trabajo infantil. Por otra parte, aprobamos y estamos implementando el Plan Nacional de la Niñez, y los programas de erradicación gradual del trabajo infantil y contra la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes.

En el contexto de la citada visita se realizó en Asunción el “Seminario Internacional sobre Tráfico de Personas con fines de Explotación Sexual” que contó también con la participación del Director Regional de la Organización Internacional para las Migraciones para el Cono Sur. El seminario ha logrado su objetivo de reunir a referentes gubernamentales y de las organizaciones de la sociedad civil para hacer un diagnóstico de la situación en el país, establecer una red de prevención y formular recomendaciones encaminadas a una acción concertada para la prevención, sanción y erradicación de la trata de personas en Paraguay. Eso prueba que las importantes actividades que lleva a cabo la OIM deben estar asociadas, en muchos casos, a las que desarrolla esta Comisión.

Por otra parte, tengo la satisfacción de informar que el Gobierno Nacional ya ha cursado otra invitación, esta vez al Relator Especial sobre Independencia de Magistrados y Abogados, Dr. Leandro Despouy, cuya visita se llevará a cabo durante el segundo semestre de este año.

Bajo este espíritu nos congratulamos por el hecho que en los últimos años se ha acrecentado el número de Estados que han formulado invitaciones abiertas a los efectos de seguir transparentando sus acciones en materia de promoción y defensa de los derechos humanos y, al mismo tiempo, reforzar así el sistema internacional de protección de los derechos humanos.

Por eso mismo, pensamos continuar con el proceso de fortalecimiento y perfeccionamiento de las instituciones nacionales de derechos humanos, con el ejercicio de auto-evaluación en dicha materia con la publicación periódica de informes, y con el diálogo con la sociedad civil a fin de diseñar un Plan Nacional de Derechos Humanos. Confiamos en que estas iniciativas encontrarán respaldo en la cooperación técnica de la Oficina del Alto Comisionado, con la que en el 2003 firmamos una Declaración Conjunta de intenciones.

Por último, Señor Presidente, quisiera felicitar a la distinguida Ministra de Relaciones Exteriores de Suiza, Señora Micheline Calmy-Rey por la excelente idea de invitar, por primera vez, en el seno de esta Comisión a distintas Ministras de Relaciones Exteriores a fin de abordar el tema de violencia contra la mujer y así reivindicar sus derechos y su papel en la construcción de un mundo más humano.

Desde el Paraguay nos sumamos con entusiasmo a este compromiso, pues estamos trabajando decididamente en la ejecución de políticas públicas de equidad de género, igualdad y lucha contra la violencia y discriminación contra la mujer.

Como Estado Parte de la Convención sobre “La Eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer”, estamos cumpliendo puntualmente con la presentación periódica de informes al Comité respectivo.

Este compromiso igualmente se refleja en el copatrocinio de la resolución 2003/45 titulada “Eliminación de la violencia contra la mujer” y coherente con la misma, la Secretaría Ejecutiva de la Mujer del Paraguay está impulsando y aplicando la ley vigente contra la violencia doméstica a través del Plan Nacional de Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra la Mujer, de manera descentralizada a fin de llegar a todos los sectores de la sociedad, y para ello ha establecido la Red Nacional de Centros de Atención a la Violencia Doméstica.

Estamos convencidos de que esta causa debe comprometer a todos los Estados. Es por ello que el Paraguay ha hecho suya la campaña Mundial “No Más Violencia contra la Mujer” auspiciada por Amnistía Internacional en 10 países de distintas regiones. Esta campaña fue lanzada con éxito en Asunción el 8 de marzo pasado con el apoyo de organizaciones de la sociedad civil e instituciones del Estado.

Igualmente, mi Delegación desea testimoniar su apoyo a los trabajos de la Relatora Especial sobre Violencia contra la Mujer, Señora Yakin Ertürk, a quien agradecemos por el excelente informe presentado.

Señor Presidente:

Quisiera terminar mi intervención con el pensamiento expresado por Sergio Vieira de Mello durante la Sesión de Apertura del Seminario sobre violencia contra la mujer, llevado a cabo el 8 de abril de 2003. Decía nuestro querido y recordado amigo: “No debe existir impunidad para la violencia relacionada al género. Permítanme ser claro. De lo que estamos hablando no es un tema tangencial. Esta no es una preocupación que atañe al interés de unos pocos. De lo que estamos hablando no es sólo del derecho de la mujer sino de los derechos humanos de más de la mitad de la población mundial. Su denegación -por la razón que fuere- es un error. Y es tanto un error que nosotros, los hombres, debemos asumirlo. La violencia contra la mujer concierne no sólo a las mujeres, sino sobre todo, nos concierne a todos.”

Muchas gracias.
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