Día Internacional de las Personas Mayores – un festejo y un llamamiento a la acción

Excelencias, colegas y amigos:

De aquí a 2050, el número de personas mayores de 65 años probablemente superará los 1.600 millones, lo que equivaldría al 16 por ciento de la población mundial.

Esto es un triunfo del progreso humano en materia de atención sanitaria, condiciones de vida y desarrollo social. Pero es un hecho que además pone de relieve la importancia de abordar los profundos desafíos que afrontan las personas de más edad.

Hoy, en el Día Internacional de las Personas Mayores, celebramos la enorme contribución que las personas de edad aportan a nuestras sociedades.

Las personas mayores disponen de una perspectiva esencial, enriquecida por el pasado y, a la vez, orientada al futuro, que contribuye a nuestro empeño de forjar un mundo más pacífico, más sostenible y más justo.

Por eso, aunque esta es una fecha de celebración, hagamos de ella un llamamiento a la acción.

Un recordatorio de nuestra responsabilidad común de defender la dignidad y los derechos humanos de las personas de edad.

Y una advertencia sobre el edadismo que padecen cada día. De la excepcional discriminación que afrontan en el acceso a la atención sanitaria, el empleo y los servicios sociales. De su marginación -intencionada o no- del proceso de toma de decisiones o como consecuencia del progreso tecnológico, que acentúa su soledad y su aislamiento.

Mi Oficina mantiene un compromiso profundo con este asunto, en el que estamos avanzando conjuntamente con el Comité de ONG de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento y otros importantes asociados.

Hay un apoyo cada vez mayor de los Estados Miembros para crear un instrumento internacional legalmente vinculante sobre los derechos de las personas de edad. El consenso alcanzado por los Estados Miembros en el 14º periodo de sesiones del Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre el Envejecimiento y la posterior resolución de la Asamblea General en la que se pide al Consejo de Derechos Humanos que prosiga estos debates e inicie la redacción de un anteproyecto de convención de las Naciones Unidas sobre esta materia, han sido hitos esenciales en el proceso.

Tenemos una visión muy clara del asunto. Ahora, debemos convertirla en realidad. Y mi Oficina está dispuesta a colaborar con todos ustedes en esta tarea.

Ustedes han estado en la vanguardia de la promoción de los derechos de las personas mayores. Ahora, les exhorto a que redoblen los esfuerzos para lograr más promoción, más respaldo y más acción.

Aprovechemos esta magnífica oportunidad para ratificar nuestro compromiso con los principios de igualdad, dignidad y respeto para todos, cualquiera que sea su edad.

Aunemos esfuerzos para garantizar que las personas mayores reciben la estimación y la inclusión que merecen.

Ese esfuerzo redundará en beneficio de todos.

Muchas gracias.