Skip to main content
x

En la presentación del Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Türk se compromete con la protección de los defensores y defensoras de derechos humanos

Atrás

15 diciembre 2023
Pronunciado por: Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Hace veinticinco años, esta Asamblea aprobó la Declaración sobre los defensores de los derechos humanos, la cual reconocía el papel clave que desempeñan los activistas, los consolidadores de la paz, así como los grupos de la sociedad civil a la hora de "trasladar" las normas globales de derechos humanos a planes de acción concretos. Acciones que consiguen transformar las vidas de las personas.

Este premio significa una oportunidad para homenajear a los defensores y defensoras de derechos humanos así como al enorme valor que aportan a las sociedades de todo el mundo.

Los defensores y defensoras de derechos humanos son agentes visionarios del cambio. Ellos y ellas vislumbran un futuro mejor para todos nosotros y nosotras, y saben cómo hacer realidad ese futuro.

No obstante, cuando se trata de poner en duda el statu quo o de trabajar en situaciones de violencia o conflicto, ellos y ellas mismos se enfrentan a una multitud de riesgos, desde la difamación hasta el acoso, pasando por restricciones legales hasta el arresto, la detención, la desaparición forzada, la tortura o incluso la muerte.

En el caso de las defensoras de derechos humanos, los riesgos a los que se enfrentan son aun más graves. Ellas son atacadas por la labor que realizan y también por su género.

Julienne Lusenge sabe esto mejor que nadie. Líder valiente en la defensa de los derechos humanos en la República Democrática del Congo, ella es quizás más conocida por el apoyo que brinda a supervivientes de violencia sexual en conflictos. Pero la labor que realiza abarca otros muchos campos, e incluye las vinculaciones entre el liderazgo y el empoderamiento de las mujeres, la transformación de conflictos, la justicia climática, la protección medioambiental, así como la salud sexual y reproductiva.

A pesar de vivir en un contexto de un conflicto prolongado y complejo, Julienne, a través de la organización que ella lidera, SOFEPADI, ha cambiado las vidas de innumerables mujeres y ha rebatido las normas y estereotipos que consienten la violencia de género.

En Belarús, el centro de derechos humanos Viasna se ha mantenido inquebrantable en su misión de defensa de los derechos humanos y a la hora de denunciar abusos, ofreciendo ayuda vital a las víctimas de represión y documentando los malos tratos que reciben los detenidos. El encarcelamiento del galardonado con el Premio Nobel de la Paz Ales Bialiatski y de otros tres miembros de Viasna viene a demostrar los riesgos a los que se enfrentan.

Y a pesar de todo esto, Viasna sigue adelante con su trabajo.

El Centro de Amán para el Estudio de los Derechos Humanos está consiguiendo grandes avances a la hora de afianzar la sociedad civil en Jordania y en la región de países árabes.

A través de sus extensas oportunidades de investigación y formación, el centro está mejorando la difusión y comprensión de los derechos humanos en la región, con un foco en las mujeres y los jóvenes, para poder construir un futuro mejor para todas las personas.

De igual manera, el trabajo de Julio Pereyra Sánchez está conduciendo a conseguir un cambio transformador en América Latina.

El Sr. Pereyra Sánchez usa la educación para dar capacidad a las comunidades rurales, indígenas y marginadas, en cuestiones tales como la trata de personas, la malnutrición y mortalidad infantiles, la violencia de género, los derechos sexuales y reproductivos, además de los derechos a la educación.

Operando en zonas donde los traficantes de drogas y de personas dominan comunidades enteras, el Sr. Pereyra Sánchez ha padecido numerosos intentos de censura y amenazas a su propia seguridad.

Nuestro último y distinguido galardonado integra a 1.350 entidades de 75 países distintos.

La Coalición Mundial de organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas, movimientos sociales y comunidades locales a favor del "reconocimiento universal del derecho a un medioambiente limpio, sano y sostenible" es única en su alcance.

Todos ellos son miembros de nuestra sociedad, quienes saben reconocer que para que un planeta pueda prosperar, se necesita de la seguridad y dignidad humanas. Todos ellos hacen uso del poder de los derechos humanos como el hilo conector que nos une, y como solución para todas las grandes crisis que aún están por llegar.

Y ahora, si me permiten dirigirme a todos los distinguidos galardonados directamente: Ustedes son los emisarios y emisarias de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La extraordinaria labor que ustedes llevan a cabo cambia para mejor nuestro planeta cada día que pasa.

Para esto se requiere dedicación, determinación, y una enorme valentía.

A cambio, los Estados Miembros y la comunidad internacional deben garantizar que ustedes pueden trabajar con total seguridad y ayudarles a mantenerles protegidos siempre que lo necesiten.

Siempre que ustedes reciben amenazas o resultan perjudicados, las sociedades son las que salen perdiendo. Cuando a ustedes se les apoya y se les protege, el potencial que tiene su labor para conseguir cambios es de un valor incalculable.

En este 75º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, debemos reforzar nuestro compromiso para protegerlos a todos ustedes.

Quiero agradecerles a todos ustedes por su contribución única para transformar nuestras sociedades, y para construir un futuro mejor para todas las personas del mundo.

Admiro la labor que ustedes han venido haciendo en el pasado y que continúan realizando hoy en día.

Gracias.

Atrás