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Declaraciones y discursos Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Recordando a las víctimas de la esclavitud transatlántica

24 marzo 2023

FOTO de Haití: Ivanna Oliinyk iStock / Getty Images Plus

Pronunciado por

Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

En

Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos

Lugar

Ginebra

Algunas de las tragedias que han existido en la historia de la humanidad son tan horrendas, y de tal magnitud, que decidimos conmemorar a las víctimas todos los años, para mostrarles el respeto que se les negó durante sus vidas, y para asegurarnos de que esto no vuelva nunca a suceder.

Hoy recordamos a los más de 15 millones de mujeres, hombres, niños y niñas africanos que sufrieron el horror de la esclavitud y de la trata transatlántica de esclavos durante un período de 400 años.

Honramos la resiliencia de aquellos y aquellas que soportaron este calvario y rendimos homenaje a la memoria de las personas que perdieron sus vidas, así como la de los y las que lucharon por su libertad, así como su determinación para defender la dignidad e igualdad de todos los seres humanos.

La celebración de este año, la cual tiene lugar a la vez que conmemoramos el 75º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, nos recuerda que a pesar de todos los años que hemos estado dedicados a combatirlo, el racismo (la ideología y los perjuicios que fundamentaron la trata transatlántica de esclavos) sigue estando con nosotros.

El racismo determina la suerte de algunas personas abocándoles a servicios de peor calidad, menores oportunidades, además de a un desprecio generalizado y doloroso. El racismo conlleva exclusión, discriminación, odio y conflicto. Y las personas que tienen que soportar este racismo, incluso en la actualidad, son a menudos descendientes de aquellos y aquellas que sufrieron la esclavitud en el pasado.

El mes pasado realicé una visita a Haití, un pequeño país que desempeñó un papel enorme en el fin de la trata transatlántica de esclavos. En un momento dado, Haití representaba una tercera parte de la trata transatlántica de personas africanas esclavizadas. Fue también el lugar donde se produjo la primera revuelta de grandes dimensiones por parte de personas esclavizadas, las cuales exigían sus derechos fundamentales como seres humanos. Toussaint Louverture, quien nació siendo un cautivo, (esclavizado desde su nacimiento), lideró una revolución de miles de hombres y mujeres, ganando la independencia para su pueblo.

Hoy en día Haití es un país pobre, y su pueblo sufre enormemente las desigualdades, el subdesarrollo y la violencia de las bandas. Muchos de estos problemas estructurales tienen su origen en la explotación y daños despiadados cometidos durante generaciones bajo la esclavitud.

A pesar de todo esto, el pueblo de Haití es rico en cultura, imaginación, valentía y orgullo.

La historia de la esclavitud es un recordatorio horrible del sufrimiento inhumano, de la injusticia y la pérdida. Pero es también la historia de una lucha victoriosa contra la opresión y para obtener la libertad, una búsqueda para hacer realidad nuestros derechos humanos universales.

Estos derechos son los principios fundamentales de las Naciones Unidas, y conforman la base del desarrollo sostenible y de la paz. Para poder hacer frente a los retos a los que se enfrenta la humanidad en la actualidad, necesitaremos de la contribución libre y plena de todas las personas. Y esto implica combatir el racismo y el legado de la esclavitud, que siguen existiendo en nuestro mundo moderno.

La discriminación racial es especialmente perjudicial para las mujeres, hombres, niños y niñas a los que se les deniega la igualdad, y cuyos derechos son vulnerados y rechazados. Aunque en un sentido más amplio, el racismo nos perjudica a todos y todas. Toda la humanidad sale perdiendo cuando grupos de personas son degradados, deshumanizados y se les limita poder desarrollar todo su potencial.

En este año de aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, es urgente que renovemos nuestro compromiso para acabar con el racismo. Y no es necesario solamente nuestro compromiso: también nuestras acciones.

Así que en 2023, ¿cómo podemos honrar la memoria de las víctimas de la esclavitud y de la trata transatlántica de esclavos? Trabajando para eliminar esta ideología de desprecio y opresión, con una implementación efectiva de políticas y legislaciones sólidas. Trabajando por abolir su legado de explotación y de desigualdades estructurales, inclusive en el uso de recursos humanos y naturales, y entre países desarrollados y países en desarrollo. Y trabajando por remediar y corregir sus consecuencias duraderas, que incluyen las prácticas y políticas racistas en las escuelas, en la aplicación de la ley, en la asistencia sanitaria y en el empleo.

Este día, recuerdo a los millones de víctimas que fueron arrancadas de sus hogares, vendidas y explotadas. Rindo homenaje a su humanidad.

Gracias

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