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Declaraciones y discursos Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto: Declaración del Alto Comisionado

26 enero 2023

Pronunciado por

Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

En

Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto

Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto "Hogar y pertenencia"

Hoy recordamos y honramos a las víctimas del Holocausto. Los seis millones de judíos y judías. La población romaní y sinti. Los eslavos y eslavas. Las personas con discapacidad. Personas LGBTI.  Los prisioneros y prisioneras de guerra. Y los miembros de las redes antinazis de toda Europa cuyas voces de resistencia fueron silenciadas para siempre.

Hoy hace 78 años de la liberación de Auschwitz-Birkenau, donde se cometieron crímenes brutales y abominables.

Es un día conmemorativo muy doloroso, en el que recordamos el abismo profundo de tormento, angustia y sufrimiento humano.

Este año, reflexionamos sobre el tema "hogar y pertenencia", dos nociones de seguridad que fueron cruelmente destruidas por la ideología generalizada de odio, persecución y asesinato auspiciada por el Estado y perpetrada por el partido nazi y sus colaboradores y colaboradoras.

Hogar y pertenencia transformados para siempre cuando millones de personas fueron deportadas y encarceladas.

Hogar y pertenencia que desaparecieron cuando estas personas fueron torturadas y asesinadas.

Pero en medio de los horrores, me conmueven las innumerables historias de resistencia y coraje.

Desde las víctimas que forjaron amistades profundas con otras personas en los campos de concentración.

A las personas que arriesgaron valientemente sus vidas para compartir sus hogares y dar cobijo a las que se ocultaban.

A los y las supervivientes del Holocausto, que redescubrieron la belleza y el sentido de la vida tras soportar lo peor de la humanidad. Que formaron familias y se forjaron carreras y futuros ante un trauma profundo. Que restablecieron el sentido de seguridad, hogar y pertenencia que les había sido arrancado.

Resurgir de las horas más oscuras de la historia y recuperarse de un dolor profundo requiere una fuerza extraordinaria.

Como niño que nació en la Austria de la posguerra, estos acontecimientos me marcaron a mí y a generaciones enteras. Nuestra perspectiva del mundo quedó permanentemente marcada por los horrores que ocurrieron a pocos kilómetros.

Aunque también encontramos esperanza. Este año conmemoramos el 75º aniversario de la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos, un documento concebido tras estos crímenes terribles.

Un documento que recoge la determinación de una generación que sufrió la devastación de dos guerras mundiales y el Holocausto.

Un compromiso de líderes de todo el mundo que asegure que la justicia, el respeto por la dignidad humana, la igualdad y los derechos son fundamentales para una paz duradera.

Una promesa impulsada por el llamamiento a evitar otro Holocausto y a reafirmar el concepto de dignidad humana.

El mundo dijo: "nunca más".

Sin embargo, el antisemitismo sigue intensificándose con un incremento de los ataques y la violencia contra las comunidades judías en todo el mundo. El discurso de odio se intensifica en la red y fuera de ella.

Y la negación actual del Holocausto y la distorsión de los hechos —el intento de reescribir la historia— socavan profundamente el sufrimiento de generaciones.

Acojo con satisfacción la resolución sobre la negación del Holocausto que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el año pasado, un hito crucial en la lucha contra el antisemitismo.

Ayer como hoy, también debemos invertir en educación, el antídoto más importante contra cualquier forma de intolerancia y xenofobia. Me uno al llamamiento de la Asamblea General para que se conciencien a las sociedades con veracidad sobre los hechos del Holocausto.

Hoy —en su memoria, y ante el aumento de la xenofobia, la intolerancia, el racismo y la discriminación racial—, pido un compromiso unido y firme para rechazar cualquier ataque contra la humanidad que pueda llevar al genocidio.

No podemos borrar los horrores del Holocausto, pero debemos permanecer unidos contra el odio ahora y en el futuro.

Le debemos eso y más a las víctimas y a los y las supervivientes.