GINEBRA (14 de junio de 2023) - Los prejuicios basados en el género en la vida pública y política que afectan a las mujeres siguen estando profundamente arraigados en todo el planeta, por lo que se necesitan medidas urgentes para acelerar los avances destinados a conseguir una participación plena de las mujeres.

«El patriarcado debe pasar a ser una cosa del pasado. Nuestro futuro depende de que las mujeres y las niñas ocupen un lugar en la mesa donde se toman las decisiones en cualquier lugar del mundo,» declaró Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

«Fue apenas el año pasado que por primera vez en la historia las mujeres consiguieron representación en todos y cada uno de los parlamentos que operan en el mundo. Y aun hoy en día, todavía solamente uno de cada cuatro parlamentarios son mujeres. Al ritmo actual que lleva el cambio, se necesitarían 155 años para que las mujeres puedan acabar con la brecha de desigualdad entre géneros. Esta lucha es aun más ardua para las mujeres que han sido marginadas históricamente, y cuya representación parlamentaria va rezagada.

«Dicho de manera simple, este es un llamamiento a despertar conciencias. La paridad no puede esperar. Que la participación equitativa y significativa de las mujeres se exprese en la práctica no consiste solamente en que se escuchen los derechos de las mujeres, consiste en la capacidad de nuestras sociedades de hacer frente a las crisis más apremiantes que afectan a nuestro planeta en la actualidad. Es indispensable que saquemos partido del pleno potencial y de la contribución colectiva de toda la humanidad para adoptar medidas efectivas destinadas a proteger el planeta, a asegurar una paz duradera, y a conseguir hacer realidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible.»

El Alto Comisionado insta a los Estados, parlamentarios, los medios de comunicación, la sociedad civil, el sector privado y a cada uno de nosotros y nosotras a adoptar las siguientes medidas:

• Atender las causas originarias de la discriminación de género, incluyendo las normas sociales, las cuales limitan la participación de mujeres y niñas en la vida pública y política, incluso a través de la educación y de campañas de concienciación;
• Valorar, reconocer y distribuir de otra manera el trabajo de cuidados no remunerado el cual recae de forma desproporcionada en las mujeres;
• Considerar cuotas, escaños reservados y oportunidades de formación para incrementar la representación de las mujeres en los órganos legislativos, además de en otras instituciones clave de la vida política y pública, así como en el sector privado;
• Trabajar para conseguir el objetivo de la paridad de género en los órganos de tratados de derechos humanos de las Naciones Unidas;
• Crear códigos de conducta y mecanismos de presentación de informes con vistas a conseguir una tolerancia cero hacia el acoso y la violencia contra las mujeres en la política, incluyendo la esfera digital;
• Promocionar modelos de referencia femeninos y otorgar una mayor visibilidad a sus contribuciones.

FIN