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Comunicados de prensa Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Haití: Bachelet está muy consternada por la repercusión que sobre los derechos humanos tiene el deterioro de la seguridad en Port-au-Prince

17 mayo 2022

Residentes llevan sus pertenencias mientras huyen de sus casas debido a los continuos tiroteos entre bandas rivales, en Puerto Príncipe, Haití 2 de mayo de 2022 © REUTERS/Ralph Tedy Erol

Ginebra (17 de mayo de 2022) – La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, expresó el martes su consternación ante las múltiples repercusiones que sobre los derechos humanos ha tenido el aumento de la violencia de las pandillas armadas en Port-au-Prince. Bachelet instó a las autoridades haitianas a que, con el apoyo de la comunidad internacional, restauren el Estado de Derecho y protejan a la población de la violencia armada.

Entre el 24 de abril y el 16 de mayo, al menos 92 personas no vinculadas a las pandillas y otras 96 que presuntamente sí estaban afiliadas a ellas fueron asesinadas en el curso de ataques armados organizados en Port-au-Prince. Otras 113 personas resultaron heridas, 12 están desaparecidas y 49 fueron secuestradas para exigir rescates, según las cifras que han confirmado funcionarios del ACNUDH. El número real de fallecidos podría ser muy superior.

Según los informes, se han producido hechos de extrema violencia, entre otros, degüellos, desmembramientos y quema de cadáveres, así como asesinatos de menores de edad acusados de servir de informantes a bandas rivales. Los grupos armados también han empleado la violencia sexual, incluida la violación masiva de niños y niñas no mayores de 10 años, como medio de atemorizar y castigar a los vecinos que viven en barrios controlados por pandillas rivales. Las fuentes indican que algunos niños participan en las actividades de las bandas.

“La violencia armada ha alcanzado grados inimaginables e intolerables en Haití”, afirmó Bachelet. “Es indispensable que se tomen medidas urgentes para restaurar el Estado de Derecho, proteger a la población de la violencia armada y exigir responsabilidades a los padrinos políticos y económicos de estas pandillas”.
Miles de personas, entre ellas numerosos niños, se han visto obligadas a abandonar sus hogares en las tres últimas semanas y a buscar amparo en albergues temporales o en casas de acogida en otras zonas del país.

“La violencia de las pandillas ha tenido graves repercusiones sobre los derechos más elementales de la población. Docenas de escuelas, centros de asistencia médica, empresas y mercados siguen cerrados y son muchos los ciudadanos que tropiezan con grandes dificultades para conseguir los artículos más básicos, entre ellos los alimentos, el agua y los medicamentos”, declaró la Alta Comisionada.

La circulación de vehículos en las dos carreteras principales que enlazan la capital con el resto del país se ha visto gravemente afectada, a medida que las pandillas se han hecho con el control de las vías de acceso a las zonas que están bajo su influencia.

“Esas restricciones impuestas al tráfico de personas y mercancías también pueden ejercer efectos devastadores a largo plazo sobre la ya difícil situación económica de Haití”, añadió Bachelet.

La Alta Comisionada señaló que la fragilidad de las instituciones del Estado, en particular la policía y la judicatura, ha agravado la anarquía y expresó su temor de que la violencia siga aumentando. Las operaciones que ahora realizan las fuerzas de seguridad no han logrado restablecer el orden público ni proteger a la población local, y además algunos informes indican que en el curso de esas actividades se han producido vulneraciones de derechos humanos.

“A pesar de los diversos y tenaces problemas que afronta, Haití no debería caer en el olvido y ha de seguir siendo una prioridad para la comunidad internacional. Exhorto a esta comunidad a que redoble sus esfuerzos con el fin de evitar que la situación empeore aun más”, insistió Bachelet. “Es preciso reforzar las instituciones estatales, con miras a combatir la impunidad y la corrupción. Las autoridades tienen el deber de proteger la vida de los ciudadanos de todas las amenazas que puedan anticipar, incluso de los peligros derivados de entidades y particulares, tales como las pandillas armadas”. 

En las próximas semanas, durante el debate que tendrá lugar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en relación con el futuro mandato que autorizará el envío a Haití de una misión de este organismo, será de suma importancia que los derechos humanos de la población se mantengan en el centro de la respuesta internacional, incluso en los aspectos relativos a la violencia sexual y de género, recordó Bachelet.

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