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Comunicados de prensa Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

El conflicto de Ucrania: Informe de Naciones Unidas insta a poner fin a la impunidad en casos de violencia sexual

Violencia sexual

16 febrero 2017

El conflicto de Ucrania: Informe de Naciones Unidas insta a poner fin a la impunidad en casos de violencia sexual

GINEBRA/KIEV (16 de febrero de 2017) – A las personas que han sobrevivido a agresiones sexuales cometidas en el contexto del conflicto armado de Ucrania se les suele denegar la justicia y tampoco reciben la atención y orientación adecuadas, por lo que son víctimas por partida doble, según un informe de las Naciones Unidas publicado hoy.

El documento de 37 páginas elaborado por la Misión de Seguimiento de las Naciones Unidas en Ucrania** señala que el sistema judicial del país carece de las leyes, la capacidad y la experiencia profesional necesarias para investigar y procesar eficazmente las denuncias de violencia sexual, lo que da por resultado la impunidad generalizada de los responsables de las agresiones.

“¿Qué sentido tiene contar lo que me pasó? Nadie podrá ayudarme y nadie podrá encontrar a quienes me agredieron. Nadie los va a castigar”,  afirmó una de las víctimas citadas en el informe.

El informe examina el periodo comprendido entre el 14 de marzo de 2014 y el 31 de enero de 2017 y abarca todo el territorio ucraniano, incluso la República Autónoma de Crimea, con especial atención a las regiones orientales, en las cuales algunas zonas se encuentran bajo el control de grupos armados.

La mayoría de las agresiones sexuales vinculadas al conflicto y documentadas en el informe ocurrieron cuando las víctimas, tanto hombres como mujeres, fueron arrestadas por las fuerzas gubernamentales o por grupos armados.

Golpes y descargas eléctricas en los genitales, violaciones, amenazas de violación y desnudez forzosa fueron los métodos utilizados para torturar y maltratar, a fin de castigar, humillar o extraer confesiones, según señala el informe. Para aumentar la presión, los autores de estas violaciones amenazaban a las víctimas con detener, secuestrar, violar, lesionar o asesinar a sus familiares, en particular a sus hijos.

“…él me dijo que si me negaba a escribir, sus ayudantes traerían a mi… hija y me obligarían a ver cómo la violaban por turnos, uno tras otro. Después de oír eso, llené ocho páginas con el texto que me dictaron”, declaró una mujer.

En los territorios que se encuentran bajo el control de los grupos armados, la violencia sexual también se empleó para obligar a los detenidos a que entregaran sus propiedades o a que hicieran lo que sus torturadores exigían, como condición explícita para ponerlos en libertad.

La multiplicación de puestos de control y la presencia de fuerzas y grupos armados ucranianos en zonas de población civil han aumentado también el riesgo de que se emplee la violencia sexual, en particular contra las mujeres. 

El deterioro de la situación económica, especialmente en las zonas afectadas por el conflicto, combinado con la ruptura de los lazos comunitarios causada por los combates y desplazamientos, han hecho que algunas personas utilicen estrategias de supervivencia dañinas y mecanismos de defensa que pueden incrementar el riesgo de violencia y tráfico sexual, señala el informe.

En el informe se hace hincapié en la falta de apoyo a las víctimas, especialmente en las zonas de Donetsk y Luhansk dominadas por los grupos armados. En todo el país, los profesionales de la salud y las instituciones estatales carecen de los conocimientos y las competencias necesarias para tratar a los supervivientes de las torturas y agresiones sexuales relacionadas con el conflicto. La mayoría de los servicios disponibles para estas personas los suministran las organizaciones de la sociedad civil mediante programas financiados con donativos, así como varias entidades de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, y están disponibles principalmente en las ciudades.

En los pueblos y las zonas rurales la asistencia sanitaria es escasa o inexistente, lo que resulta particularmente grave, ya que las víctimas no pueden recibir el tratamiento profiláctico posterior a una posible exposición al VIH, que debe aplicarse en las 72 siguientes al contacto sexual. Las restricciones impuestas por los grupos armados han limitado la capacidad de las organizaciones humanitarias y la sociedad civil para desarrollar sus programas, en particular los que están vinculados a la protección y el apoyo psicosocial. Además, las víctimas carecen de mecanismos reales de indemnización en los territorios que están bajo el control de los grupos armados.  

Sobre la base de los casos documentados, el informe llega a la conclusión de que no existen razones para creer que la violencia sexual se utiliza con fines tácticos o estratégicos. Sin embargo, algunos casos podrían considerarse como torturas o tratos crueles, inhumanos y degradantes, e incluso como crímenes de guerra. El informe indica además que probablemente los casos reales de violencia sexual son más numerosos que los denunciados, habida cuenta de la estigmatización y el trauma que suscitan y del temor de las víctimas a sufrir persecución.

“La investigación de las agresiones sexuales y la condena de sus autores es fundamental para las víctimas, que tienen derecho a recibir justicia y resarcimiento. Esta labor también puede repercutir decisivamente en la prevención de esos horribles delitos. La impunidad alienta a los delincuentes –no se les puede llamar de otra manera- a persistir en su actividad”, afirmó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein.

El informe contiene 29 recomendaciones específicas dirigidas al gobierno de Ucrania, los grupos armados, la Federación de Rusia, los donantes y la comunidad internacional, en las que se esbozan las medidas necesarias para prevenir la violencia sexual, mejorar las respuestas y garantizar que se imparte justicia a los supervivientes.

FIN

Consulte el texto íntegro del informe aquí:
http://www.ohchr.org/Documents/Countries/UA/ReportCRSV_EN.pdf 

Si desea información adicional o material de prensa, puede ponerse en contacto con:
En Ginebra: Liz Throssell +41 22 917 9466 / ethrossell@ohchr.org 
En Kiev: Iryna Yakovlieva + 38 050 386 8069/ iyakovlieva@ohchr.org

* El concepto de “violencia sexual vinculada a un conflicto”, que figura en este comunicado de prensa y también en el informe hace referencia a incidentes o esquemas de violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazos forzosos, esterilización impuesta y otras modalidades de violencia sexual de gravedad comparable, ejercidas contra mujeres y hombres, niñas y niños, incluso como táctica de guerra o como instrumento de intimidación política utilizados por las partes en conflicto, entre otros agentes estatales y no estatales. Los incidentes que figuran en este informe tienen vínculos temporales, geográficos y/o causales con el conflicto armado que se desarrolla en las regiones de Donetsk y Luhansk y con la ocupación de la República Autónoma de Crimea.

** El informe, que abarca el periodo comprendido entre el 14 de marzo de 2014 y el 31 de enero de 2017, fue elaborado por la Misión de Observación de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ucrania (HRMMU, por sus siglas en inglés), que la Oficina del ACNUDH desplegó en ese país en marzo de 2014, por invitación del gobierno de Ucrania.

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