Nota de la Secretaría

La Secretaría tiene el honor de transmitir al Consejo de Derechos Humanos el informe del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en Belarús. En su informe, el Relator Especial describe cómo el Gobierno de Belarús ha vuelto a poner en práctica la política de represión a gran escala contra aquellos ciudadanos que ejercen o defienden sus derechos. El sofocamiento de las protestas sociales de índole pacífica que tuvieron lugar en marzo de 2017 puso fin a una breve etapa caracterizada por la reticencia a recurrir a la violencia y a la privación de libertad. Durante todo el período que abarca el informe permanecieron en vigor las arraigadas leyes opresivas que en las últimas décadas han tenido como consecuencia la denegación sistémica del disfrute de las libertades civiles. Las elecciones legislativas de septiembre de 2016 también fueron objeto de un férreo control, y el Parlamento elegido siguió sin ser plural pese a que, tras 20 años, dos candidatos de la oposición pudieron obtener sendos escaños. Aumentó el uso de la pena de muerte y se produjeron más ejecuciones que en años anteriores. Habida cuenta de la intensificación general del ya de por sí estricto control que ejercen las autoridades sobre la vida pública y del acusado deterioro de sus actuaciones con respecto a los derechos de reunión y asociación y a los derechos de los medios de comunicación, el Relator Especial considera que la comunidad internacional debe seguir vigilando la situación de los derechos humanos en Belarús.