Resumen

En el presente informe, el Relator Especial sobre el derecho al desarrollo, Saad Alfarargi, examina la relación entre el derecho al desarrollo y el cambio climático. Señala el desafío al que se siguen enfrentando los países en desarrollo debido a la limitada participación, el acceso a la información, la rendición de cuentas y la reparación, la financiación y la tecnología.

El Relator Especial considera que debe haber una transición justa para abandonar la economía basada en el carbono y pasar a una basada en el desarrollo sostenible, la protección de los derechos humanos y el principio de que nadie se quede atrás. Este futuro solo puede lograrse si se entiende el Acuerdo de París en el contexto del derecho al desarrollo y la equidad entre el Norte y Sur Globales, en virtud del cual el Norte Global ayuda al Sur a construir una economía resistente al clima. Esta economía resistente al clima requerirá una importante financiación para los países en desarrollo, de manera que puedan adaptarse al cambio climático y convertirse en socios igualitarios en la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero. Las lecciones aprendidas de la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) con respecto a la conectividad mundial, junto con las aportaciones económicas que muchos gobiernos están destinando a la recuperación, pueden facilitar una transición justa.

En el presente informe, el Relator Especial considera que la promoción de economías “verdes” con un desarrollo sostenible y resilientes al clima no solo impulsará el derecho al desarrollo y a la adaptación de los países en desarrollo, sino que también mejorará la equidad mundial, lo que permitirá que los países en desarrollo se conviertan en socios más fuertes en la mitigación del cambio climático.

El Relator Especial señala varias cuestiones clave asociadas al cambio climático y el derecho al desarrollo y brinda recomendaciones para promover el derecho al desarrollo y para combatir el cambio climático.