Resumen

La Relatora Especial sobre los derechos humanos de los desplazados internos, Cecilia Jimenez-Damary, visitó el Iraq del 15 al 23 de febrero de 2020.

Desde que, entre 2014 y 2017, unos 6 millones de personas se vieron desplazadas a consecuencia del conflicto contra el autoproclamado Estado Islámico del Iraq y el Levante (EIIL), el Iraq ha tenido problemas para atender las necesidades humanitarias y ofrecer soluciones duraderas a los 1,4 millones de personas que siguen desplazadas, así como para resolver las dificultades con que tropiezan las que han regresado a sus lugares de origen. La Relatora Especial plantea preocupaciones en relación con las acuciantes necesidades de asistencia de esas personas y los obstáculos que les impiden acceder a la documentación y los servicios civiles, las restricciones de acceso a que se enfrentan los agentes humanitarios que trabajan en el Iraq y los recientes cierres y fusiones de campamentos, que han dado lugar a retornos forzosos y desplazamientos secundarios. La Relatora Especial también aborda la situación de las minorías étnicas y religiosas desplazadas, de las familias desplazadas presuntamente vinculadas al EIIL y de los niños desplazados, así como las denuncias de violencia sexual y de género infligida a desplazados internos.

La Relatora Especial encomia al Gobierno del Iraq por haber adoptado una serie de medidas para hacer frente a los desplazamientos internos, con el apoyo de la comunidad internacional. El Gobierno debe seguir brindando asistencia humanitaria a los desplazados internos y los retornados que la necesiten, e intensificar los esfuerzos de desarrollo y estabilización. A fin de lograr soluciones duraderas, resulta esencial adoptar medidas reforzadas y cohesivas destinadas a promover la cohesión social, la reconciliación, la justicia y la reparación, con la participación de los desplazados internos, a nivel nacional y local.