Skip to main content

Comunicados de prensa Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Un Llamamiento Conjunto por la Ciencia Abierta por parte de CERN, UNESCO y la OMS

27 octubre 2020

العربية | English | Français | Русский

Declaración de Michelle Bachelet,
Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

27 de octubre de 2020

Mis queridos colegas,
Excelencias,
Amigos,

Nuestro llamamiento conjunto de hoy es fundamentado, destinado a salvar vidas y urgente.

Personas de todo el mundo necesitan que los Estados, organismos internacionales, instituciones médicas y científicas, además de médicos, garanticen el mayor nivel posible de intercambio de conocimientos científicos, y el mayor acceso posible a los beneficios del conocimiento científico. Esta es la clave para cualquier política eficaz de salud pública. Es vital para la lucha contra el cambio climático. Y es una cuestión fundamental de los derechos humanos: la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclama de forma explícita el derecho a "compartir los avances cientificos y sus beneficios".

La COVID-19 ha dado mayor relevancia a esta cuestión sobre la información abierta. La supresión o negación de pruebas científicas en algunos círculos, y la reticencia a adoptar políticas basadas en datos objetivos, han agravado el enorme daño que está generando la pandemia. Un principio básico de salud pública es la necesidad de una colaboración plena y honesta con el público. El uso de la fuerza no mitigará o acabará con esta pandemia, pero sí lo harán el uso de la ciencia, y el consentimiento y la conformidad del público plenamente informado. La semana pasada, nuestro organismo hermano OMS se asoció con Wikipedia para ofrecer acceso libre y rápido a información sobre la COVID-19: Aplaudo este avance innovador.

La pandemia otorga también una nueva relevancia a la necesidad de asegurar un acceso no discriminatorio a los beneficios de la ciencia, como son todos los tratamientos y vacunas para la COVID-19. En virtud de la legislación internacional sobre derechos humanos, los Estados tienen una clara obligación de garantizar la cooperación internacional y el acceso a una vacuna. Todo el mundo, incluyendo personas y grupos vulnerables o marginados, tiene derecho a aprovecharse de los beneficios del progreso científico, y cuando los beneficios de la ciencia se tratan como un producto puramente comercial y reservado para los más ricos, todos resultan perjudicados.

El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ha prestado atención considerable a esta cuestión en los últimos meses, en especial en su Observación General 25 relativa a "la ciencia y los derechos económicos, sociales y culturales", la cual recomienda que los regímenes de propiedad intelectual se apliquen de manera que apoyen la obligación de los Estados de "proteger la salud pública, y en particular, promover el acceso de todo el mundo a los medicamentos".

Los beneficios de los avances científicos y médicos tuvieron siempre la finalidad de ser compartidos. La gran belleza de la ciencia es que no tiene fronteras, y que, trabajando de forma conjunta, cada científico y estudiante de ciencias puede contribuir al intercambio de conocimiento y al beneficio de todos. Como parte de nuestro trabajo para abordar mejor y recuperarnos de la COVID-19, debemos respetar este espíritu esencial de la labor científica, con un intercambio mucho mayor de datos e información, transferencia de tecnología y la ampliación general de la disponibilidad de medicamentos y tecnologías para la salud.

La Ciencia Abierta no supone solamente promover un mejor intercambio de los conocimientos y resultados científicos.

También debemos fomentar la inclusión de becas por parte de personas cuyas contribuciones y necesidades son ignoradas demasiadas veces.

Aquellos quienes participan plenamente en los esfuerzos científicos globales deben tener también en cuenta las necesidades y experiencias de las mujeres, los miembros de comunidades minoritarias, los académicos indígenas, las personas con discapacidades, las personas que viven en la pobreza y las personas procedentes de países menos adelantados, entre otros. Solo entonces la investigación se ocupará totalmente de todas las comunidades, y contribuirá a reducir la desigualdad en el acceso a los avances y capacidades científicos en diferentes países y regiones.

Colegas,

El derecho de todo el mundo a "participar en los avances científicos y en sus beneficios" ha sido atacado en años recientes, en especial en el contexto del debate sobre el cambio climático.

En algunos círculos, la cuestión de si existe o no el cambio climático, o si es provocado por la actividad humana, es tratada más como un asunto de creencia personal que como ciencia rigurosa. Tal como un grupo de 58 expertos escribió en 2018, se crea "una falsa equivalencia entre un abrumador consenso cientifico y un grupo de presión fuertemente financiado por intereses creados." Esta introducción deliberada de poner en duda hechos claros y objetivos es catastrófica para nuestro planeta. Nuestro Llamamiento Conjunto de hoy destaca que "las políticas públicas deben basarse en información verificada, hechos y en conocimiento científico," ya que como ha afirmado el Secretario General Antonio Guterres, "debemos escuchar a los mejores científicos del planeta". Esta es una cuestión sobre salvar vidas individuales; el futuro de las comunidades y los países; y de nuestro planeta.

Como punto final, unas breves palabras sobre una cuestión de gran importancia: los datos. Los datos estadísiticos fiables están estrechamente relacionados con el progreso científico, y son un instrumento fundamental para los derechos humanos. Como nunca me canso de decir, jamás podremos arreglar lo que no podemos ver. Nuestra Oficina lidera la labor de todo el sistema de las Naciones Unidas de recopilación de datos que son minuciosamente desglosados y que integra cuestiones sobre derechos humanos. Esto es crucial para reconocer y transformar la discriminación arraigada y otras violaciones de derechos humanos, las cuales impiden el pleno disfrute de los derechos.

Estoy convencida de que la ciencia abierta puede ayudar a encontrar vías indispensables para la recuperación, y para conseguir un mundo mejor.