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Notas de prensa Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Nota informativa para la prensa sobre el rescate de migrantes en el Mediterráneo

08 mayo 2020

Inglés  

Portavoz de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos: Rupert Colville

Lugar: Ginebra

Fecha: 8 de mayo 2020

Tema: Rescate de migrantes en el Mediterráneo

Nos preocupan sumamente los informes recientes sobre la falta de asistencia y las devoluciones en caliente coordinadas de botes de migrantes en el Mediterráneo central, el cual sigue siendo una de las rutas migratorias más mortíferas del mundo. Son especialmente preocupantes los informes de que las autoridades maltesas han solicitado a los buques comerciales que devuelvan en caliente los botes de migrantes en apuros a alta mar.

Asimismo, nos preocupa que, a los buques de búsqueda y salvamento humanitario, que generalmente patrullan la zona del Mediterráneo central, se les impide ayudar a los migrantes en apuros, en un momento en el que ha aumentado significativamente el número de personas que intentan hacer el peligroso viaje de Libia a Europa. En la actualidad, no existe ningún buque de búsqueda y salvamento humanitario en el Mediterráneo central tras la inmovilización de los barcos de rescate humanitario Alan Kurdi y Aita Mari.

También se ha denunciado que se están empleando medidas y normativas administrativas para impedir la labor de las ONG humanitarias.

Exigimos que se levanten las restricciones a la labor de estos grupos de rescate, puesto que estas medidas están poniendo claramente en peligro vidas.

En el primer trimestre del año, se han cuatriplicado las salidas desde Libia respecto al mismo periodo del año pasado. Los migrantes que se han lanzado a este viaje requieren unas necesidades de protección muy diversas conforme al derecho internacional de refugiados y de derechos humanos, incluido el principio de no devolución, que protege a todos los migrantes de ser expulsados o devueltos a zonas peligrosas, con independencia de su situación de inmigración o residencia.

Aun así, desde el 9 de abril, Italia y Malta han declarado que sus puertos son “inseguros” para desembarcar debido a la COVID-19.

En la actualidad, tenemos entendido que existen al menos tres embarcaciones con migrantes a bordo a la espera de desembarcar. El 7 de mayo, los medios de comunicación informaron de que un grupo pequeño de adultos, entre ellos una mujer embarazada y niños, pudieron desembarcar de una de las embarcaciones después de que el gobierno maltés hiciera una concesión por razones humanitarias. Aunque acogemos con agrado este esfuerzo, instamos a que todos los migrantes retenidos en este momento a bordo de esas embarcaciones sean desembarcados con urgencia, puesto que las condiciones de los buques mercantes no son las adecuadas como alojamiento a largo plazo.  

El 15 de abril, la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) comprobó que una embarcación con 51 migrantes y solicitantes de asilo, incluidos 8 mujeres y 3 niños, fue devuelta a Libia en una embarcación particular maltesa después de ser recogidos en aguas maltesas. Las autoridades libias enviaron a los migrantes al centro de detención Takiq al-Sikka. Durante su estancia de seis días en el mar, cinco personas resultaron fallecidas y otras siete se encuentran desaparecidas, presumiblemente ahogadas.  

También estamos al corriente de las llamadas de auxilio realizadas a los respectivos centros de coordinación de rescate marítimo que han quedado sin respuesta o han sido ignoradas, lo cual, de ser cierto, nos plantea serias dudas acerca de los compromisos de los países en cuestión para salvar vidas y respetar los derechos humanos.

Entretanto, la guardia costera libia sigue devolviendo embarcaciones a sus costas, y traslada a los migrantes interceptados a centros de detención arbitraria donde se enfrentan a condiciones terribles, entre ellas, la tortura y los malos tratos, la violencia sexual, la falta de asistencia sanitaria y otras violaciones de los derechos humanos. Asimismo, estos centros superpoblados se encuentran evidentemente en mayor riesgo de verse desbordados por la COVID-19.

Pedimos una moratoria en todas las interceptaciones y devoluciones a Libia. Conforme a nuestras directrices sobre la COVID-19 y los migrantes recientemente publicadas, reiteramos que los Estados siempre deben cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional de refugiados y los derechos humanos.

Pese a la COVID-19, deberían mantenerse las operaciones de búsqueda y salvamento y asegurar un desembarco rápido en un puerto seguro, al mismo tiempo que se garantiza la compatibilidad con las medidas de salud pública.

FIN

Para mayor información y solicitudes, favor contactar a Rupert Colville - + 41 22 917 9767 / rcolville@ohchr.orgo Jeremy Laurence - + 41 22 917 9383 / jlaurence@ohchr.orgoLiz Throssell- + 41 22 917 9296 / ethrossell@ohchr.org o Marta Hurtado - + 41 22 917 9466 / mhurtado@ohchr.org

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