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Declaraciones Procedimientos Especiales

Intervención de la Experta Independiente sobre el disfrute de todos los derechos humanos por las personas de edad, Tercera Comisión de la Asamblea General, Nueva York, 6 de octubre de 2015.

05 octubre 2015

Honorable Señor Presidente,
Excelencias,
Distinguidas Delegadas y Distinguidos Delegados,

Señoras y Señores,

Es para mí un verdadero honor dirigirme a la Tercera Comisión de la Asamblea General como primera Experta Independiente de las Naciones Unidas sobre el disfrute de todos los derechos humanos por las personas de edad. Esta invitación para que intervenga y participe hoy en este diálogo interactivo de conformidad con la resolución A/RES/69/146 representa un marco importante para mi mandato y una excelente oportunidad para compartirles los logros alcanzados durante el primer año en el ejercicio del cargo, así como algunos de los retos a superar en los próximos meses.

En este contexto, me gustaría recordarles que según la resolución 24/20 del Consejo de Derechos Humanos, tengo como principales responsabilidades evaluar la aplicación de los instrumentos internacionales vigentes en lo que se refiere a las personas de edad, determinando al mismo tiempo las mejores prácticas en la aplicación de la legislación vigente relativa a la promoción y protección de los derechos de las personas de edad y las deficiencias en la aplicación de esa legislación. También he sido encargada de evaluar las consecuencias en materia de derechos humanos de la aplicación del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento.

Desde el punto de vista operacional, el Consejo de Derechos Humanos me solicitó tener en cuenta las opiniones de las partes interesadas, como los Estados, los mecanismos regionales de derechos humanos pertinentes, las instituciones nacionales de derechos humanos, las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones académicas, así como integrar la perspectiva de género y de la discapacidad. De igual forma, me pidió prestar especial atención a las personas de edad entre estos las mujeres, las personas con discapacidad, los afrodescendientes, las personas pertenecientes a pueblos indígenas, a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas, las personas del medio rural, las personas que viven en la calle y los refugiados, entre otros grupos.

En el ejercicio de mi mandato, también he sido encargada de crear conciencia sobre los problemas que enfrentan las personas de edad para el ejercicio de todos los derechos humanos y velar por que este grupo etario reciba información sobre sus derechos, y trabajar, en cooperación con los Estados, para fomentar la aplicación de medidas que contribuyan a la promoción y protección de esos derechos, evitando al mismo tiempo las duplicaciones innecesarias con órganos existentes, como el Grupo de Trabajo de composición abierta sobre el envejecimiento, trabajando en estrecha coordinación con dicho mecanismo. Eso se materializó, por ejemplo, con mi participación en el 5º  y 6º  periodo de sesiones de trabajo de dicho Grupo.

Excelencias,

A fin de cumplir con el mandato que me ha sido encomendado, he optado por seguir un enfoque integral sobre el envejecimiento, que he presentado en mi primer informe anual al Consejo de Derechos Humanos en 2014. Ese enfoque integral considera todos los derechos humanos y es fundamental para entender la complejidad y la heterogeneidad del envejecimiento, identificar las necesidades e intereses de las personas de edad y analizar cómo está siendo incorporada la situación de ese segmento de la población en las políticas, legislaciones, planes y programas públicos, entre otros.

Señoras y Señores,

Ese primer año de mandato me ha permitido reforzar mi convicción sobre la importancia de tratar algunos temas de forma prioritaria, como la autonomía y los cuidados de las personas  de edad. Esos dos temas complementarios fueron el sujeto de mi primer informe temático que presenté el mes pasado al Consejo de Derechos Humanos. El informe contiene un análisis de los instrumentos internacionales y regionales vigentes que mencionan la autonomía y los cuidados de las personas de edad y un estudio sobre el contenido y el alcance de esos conceptos. Por ejemplo, fueron analizados el Protocolo sobre los derechos de las personas mayores que está tramitando en el ámbito del sistema africano de protección de los derechos humanos, la recomendación CM/Rec (2014)2 del Consejo de Europa sobre la promoción de los derechos humanos de las personas mayores y la Convención Interamericana sobre la protección de los derechos humanos de las personas mayores. Este instrumento jurídico es una buena práctica, de la cual otras regiones podrían inspirarse puesto que permite reforzar la cohesión normativa, al reconocer los derechos específicos de las personas de edad y al aclarar las obligaciones de los Estados.

Además de esa visión general, incluí en el estudio ciertas conclusiones y una serie de recomendaciones específicas y detalladas destinadas a ayudar a los Estados en la promoción y aplicación de marcos adecuados y eficaces que fortalezcan la autonomía de las personas de edad en todas las esferas de su vida y que, por consiguiente, busquen mejorar su calidad de vida y bienestar. Para ello, enfaticé  que es fundamental que haya un cambio de paradigma radical que se centre en la inclusión de esas personas en la sociedad, a todos los niveles, lo que exige que haya comunidades y entornos favorables a las personas de edad. En relación a los cuidados, el enfoque no puede seguir centrado en la enfermedad y la dependencia funcional y sí debe estar centrado en las personas de edad para que se respeten y promuevan sus derechos.

Otros temas que considero como prioritarios y sobre los que he sensibilizado a la comunidad internacional en los diversos eventos que he participado son el abuso y la violencia contra las personas de edad, con particular atención a las mujeres de edad; el cambio climático y sus efectos desproporcionados en las personas de edad y la importancia de su inclusión en políticas de gestión de la reducción del riesgo de desastres y la resiliencia y la importancia de promover un enfoque de derechos humanos en los cuidados de las personas de edad con demencia.

Excelencias,

La metodología que he utilizado para ejercer mi mandato desde el primer día en el cargo es la cooperación y el diálogo con todos los actores. En ese sentido he participado en diversos eventos y celebrado diversas consultas con un gran número de expertos, representantes de los Estados y organizaciones de la sociedad civil  y las propias personas de edad para obtener el mayor número de datos, informes, e información sobre las prácticas exitosas en la aplicación de los instrumentos internacionales existentes relativos a las personas de edad, con el fin de generar un diagnóstico que integre la perspectiva de género, de discapacidad y la heterogeneidad del envejecimiento.

En esta primera etapa, y en conformidad con mi mandato, he elaborado un cuestionario que ha sido enviado a todos los Estados y otros actores relevantes para identificar como los Estados han adaptado un enfoque de derechos humanos en la implementación del Plan de Acción de Madrid sobre el Envejecimiento. Quisiera aprovechar para agradecer la colaboración de los Estados y de los otros actores que me enviaran sus respuestas. Esa información, que actualmente estoy analizando, será parte del Informe Detallado que presentaré el año que viene al Consejo de Derechos Humanos durante el 33° período de sesiones.

Señoras y Señores,

Además de los informes anuales, las visitas oficiales a países que he realizado, por invitación de los Gobiernos, fueron fundamentales para cumplir con el mandato y entender y analizar la situación de las personas de edad en el terreno. Esas visitas, además de fortalecer la cooperación, fueron esenciales para identificar mejores prácticas y deficiencias en la aplicación de la legislación existente. Mis conclusiones y recomendaciones sobre las visitas que llevé a cabo en Eslovenia del 17 al 21 de noviembre de 2014, en Austria del 22 al 30 de enero de 2015, y en Mauricio del 28 de abril al 8 de mayo de 2015 fueron presentadas en tres informes sobre los respectivos países al Consejo de Derechos Humanos en la última sesión.

Excelencias,

El envejecimiento es un fenómeno global y todos los países enfrentan retos en este proceso. Por lo tanto, todos los países tienen algo que aportar y estoy segura que podemos aprender con sus experiencias y con las diferentes soluciones encontradas para superar los desafíos asociados a la vejez. Las buenas o mejores prácticas pueden incluir diferentes situaciones que se pueden considerar positivas o exitosas en un país y que podrían inspirar a otros, incluyendo no solo marcos normativos e institucionales sino también datos, indicadores, entre otros. Las prácticas pueden ser implementadas por diferentes actores, por el Estado, autoridades regionales y locales, servidores públicos y privados, organizaciones de la sociedad civil, el sector privado, la academia, las instituciones nacionales de derechos humanos, las organizaciones internacionales, entre otros. Lo que es importante es que sean medibles, replicables y adecuadas a la realidad de cada país. Además, tengo la intención de analizar prácticas promisoras. No todas las prácticas han sido probadas pero pueden tener un fuerte potencial que tenemos que investigar.

Con el mismo objetivo de seguir recopilando y analizando las buenas prácticas y las deficiencias en la aplicación de la legislación existente, les enviaré, en breve, un segundo cuestionario que solicitará un trabajo interno en cada Estado para identificar cuáles son las buenas prácticas en la aplicación de los instrumentos existentes que promueven y protegen a las personas de edad. La información recibida busca por lo tanto complementar los análisis que efectué, y que seguiré realizando, durante las visitas oficiales y las otras actividades del mandato y que presentaré el próximo año en mi Informe Detallado.

Honorable Señor Presidente,

Distinguidas Delegadas y Distinguidos Delegados,

En el ejercicio de mi mandato, he buscado siempre  poner a las personas  de edad en el centro del debate, siendo ellas titulares de derechos. En el ejercicio de mi mandato también he defendido incansable y vigorosamente principios fundamentales en los que basan toda la construcción de los sistemas de protección de los derechos humanos, entre ellos la dignidad de las personas. Una sociedad para todas las edades implica el respeto a la vida, a la integridad personal, la inclusión social, económica, cultural y política, entre otros.

Asimismo, a lo largo de las diversas actividades que he realizado hice hincapié sobre el hecho que la revolución demográfica no tiene fronteras, el envejecimiento de la población afecta y afectará a todas las regiones del mundo. Por lo tanto, el enfoque basado en la universalidad e indivisibilidad de los derechos humanos asegura que todas las personas de edad, sin ninguna distinción, puedan ejercer sus derechos sin discriminación y en igualdad de condiciones. La principal “raison d’être” de ese mandato es contribuir a garantizar una mayor protección y promoción de todos los derechos humanos de las personas de edad en todas las circunstancias. El próximo año, mi Informe Detallado tendrá recomendaciones que buscaran apoyar a los Estados en la implementación de medidas coherentes y eficaces que garanticen que todas las personas de edad puedan vivir con dignidad.

Señoras y Señores,

Con el amplio alcance de este mandato y con el objetivo de contribuir en la búsqueda de soluciones y recomendaciones para superar todos los desafíos que enfrentan actualmente las personas de edad alrededor del mundo, necesito del continuo apoyo de todos ustedes. Hay todavía mucho que hacer. Este primer año de mandato me ha permitido observar que sin cooperación es imposible abarcar las diversas facetas del envejecimiento e identificar las prácticas en los diversos niveles de Gobiernos que podrían ser replicadas en otras regiones del mundo.

Honorable Señor Presidente,

Espero que mi presencia en esta distinguida Tercera Comisión sea el inicio de un diálogo constructivo y de una cooperación intensa entre este órgano y mi mandato. Es mi máximo deseo ampliar y crear nuevas formas de cooperación, fortalecer los canales de diálogos y reforzar la coordinación con el objetivo de seguir obteniendo la contribución de las diversas partes interesadas en todas las regiones, los Estados, los organismos de las Naciones Unidas y organismos regionales, la sociedad civil, las sociedades científicas, el sector privado, y las asociaciones de/y para las personas de edad. Deseo continuar progresando para desarrollar nuevas sinergias, de forma tal de sumar nuestros recursos para alcanzar nuestro objetivo en común, que es el de garantizar que todas las personas envejezcan con dignidad y seguridad.

Muchas gracias por su atención.